En Cartagena, niños y niñas del barrio El Pozón dan “Pasos de gigantes”*

Por Cristina Said

Periodista, especialista en Desarrollo Organizacional y Procesos Humanos de la Universidad del Norte.

Guiados por la artista guatemalteca Regina José Galindo, una comparsa de niños y niñas disfrazados de Cabezones del Carnaval de Barranquilla se tomaron las calles de Cartagena para reafirmar sus sueños y su identidad.

Solo es posible amar y entender aquello que se conoce y esto fue lo que hizo en Cartagena Regina José Galindo (Ciudad de Guatemala, 1974), una de las artistas más destacadas de América Latina, con su propuesta   Pasos de gigantes.

Galindo, artista plástica especializada en performance, goza del reconocimiento internacional por su trabajo provocativo y controvertido, y sorprendió en Cartagena el pasado 25 y 26 de abril con esta propuesta comisionada y producida por la Fundación Magdalena que intenta despertar la alegría y confianza en los niños de la Institución Educativa Politécnico del barrio El Pozón. Para ello desarrolló un performance inspirado en una de las expresiones tradicionales del Carnaval de Barranquilla, el disfraz de los Cabezones.

Un proceso que incluyó psicoterapia, elaboración de máscaras, arte y música, y que contó con la participación de la artista centroamericana Regina Galindo puso a los jóvenes en diálogo consigo mismos y con su ciudad.

Sobre este proceso artístico comunitario, afirma la artista: “La fundación me invitó a proponer un proyecto para trabajar con los niños y las niñas de la comunidad del barrio El Pozón. Buscamos con esto empoderar a estos niños para que construyeran sus personajes, un alter ego de ellos mismos. Fue un bonito proceso que incluyó talleres de terapia corporal, música y artes plásticas”.

Un proceso que incluyó psicoterapia, elaboración de máscaras, arte y música, y que contó con la participación de la artista centroamericana Regina Galindo puso a los jóvenes en diálogo consigo mismos y con su ciudad.

En Pasos de gigantes participaron 65 niñas y niños estudiantes de la I.E. Politécnico del Pozón, quienes fueron parte de un taller de psicoterapia de la mano de Emilia Larraondo. Con ella hablaron de sus sueños y de cómo ellos se visualizaban a futuro, sin miedo, sin represión, sin límites. “Inspirados en esos sueños realizaron su personaje, su propia cabeza gigante imaginada en grande con el escultor guatemalteco Guillermo Santillana, que viajó y estuvo con los niños tres semanas en su barrio para la realización del taller de cabezas”, afirma Galindo. 

Una vez realizadas las cabezas gigantes, la artista guatemalteca se unió, en un trabajo de más de tres meses, en la coordinación y organización de una comparsa que desfiló en el Centro Histórico de Cartagena y en el barrio El Pozón.

“Muchísimas niñas y niños nunca habían salido del barrio y no conocían el centro histórico de Cartagena. Lo que hicimos fue llevarlos allí para que se tomaran las calles de una ciudad que les era desconocida”, relata la artista.

¿El resultado? Una comparsa hecha de esperanza y sueños, un ejercicio de autonomía y determinación en donde los niños se empoderaron y se tomaron las calles de su ciudad, un destino turístico que no les ve pero que les pertenece. 

Inspirados en el disfraz de los Cabezones del Carnaval de Barranquilla, El Pozón hizo presencia en una fiesta por las calles del Centro Histórico de Cartagena.

Arte para el cambio social

Al mismo tiempo que este proceso creativo se desarrollaba, otro grupo de 20 niñas y niños estuvieron durante tres semanas en un taller de percusión. Allí construyeron tambores a partir de materiales reciclados para poder acompañar a sus compañeros en las comparsas con la agrupación musical Tambores de Cabildo –De la Boquilla para el mundo–, y realizaron un taller de coreografía con “Pimienta”, bailarín de El Colegio del Cuerpo. 

El objetivo fue visibilizar a niños y niñas que viven marginados de esa Cartagena de postal turística en la que los visitantes no salen de esa ciudad amurallada.

Galindo ha sido galardonada con numerosos premios internacionales como el León de Oro a la mejor artista joven en la Bienal de Venecia en el año 2005 y el Premio Príncipe Claus en 2011.

A propósito del proyecto, Galindo reconoce que su contexto determina la forma en que piensa en muchas de sus obras. “Creo que al ser Guatemalteca definitivamente eso me marca y determina la forma en que acciono y pienso. En Guatemala existió un grupo llamado ‘Caja Lúdica’ en los años 2000 muy importante, de recuperación de jóvenes que vivían en barrios periféricos tomados por las maras, y estos se alejaban de las pandillas gracias al arte, las comparsas, la alegría, el compartir, la vida misma. Esa fue una fuente definitiva de inspiración para “Pasos de gigantes”.

Francine Birbragher-Rozencwaig, curadora colombo americana resalta  el compromiso de Regina José Galindo con las distintas comunidades víctimas de violencia. Esta vez ha estado en Colombia, un país que al igual que su natal Guatemala ha sufrido las consecuencias de la guerra, el narcotráfico, las injusticias relacionadas con la discriminación racial y de género y los abusos a los Derechos Humanos.

La performer guatemalteca está convencida de que el papel del artista es crear obras de arte que a pesar de que pueden no tener un impacto directo en el cambio social, sí pueden promover un nuevo diálogo entre los ciudadanos. “Si bien es importante denunciar y ser críticos, también es crucial generar estrategias para sanar y abrir caminos, precisamente para brindarle a la juventud la esperanza de un mejor futuro”, afirma Galindo.

*Artículo publicado en Contexto y cedido a El vecindario por su autora

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Santa Bárbara de las Cabezas, una hacienda costeña como ninguna otra

Tomado de Contexto | Jun 1, 2023

Por Alonso Sánchez Baute

En su fascinante libro “Santa Bárbara de las Cabezas, la gran hacienda del Caribe colombiano 1742 – 1942”, Adolfo Meisel hace una profunda indagación en la economía, la sociedad y la cultura de nuestra región a partir del estudio de esta finca que llegó a tener 76.000 hectáreas.

Desde niño escuché decir que las tres grandes haciendas del Magdalena Grande fueron Leandro, Bellacruz y Santa Bárbara de las Cabezas (había una cuarta, Mata de Indio, pero luego supe que hacía parte de esta última). Leandro quedaba en buena parte de los terrenos sobre los cuales, a partir de 1958, se levantó Bosconia. De ella también hacían parte, entre otras propiedades, Los venados y El diluvio, hoy de la familia Molina Carvajal. Su propietario era don Urbano Pumarejo, un hombre alrededor del cual se han tejido curiosas leyendas. Se dice, por ejemplo, que su cuerpo fue conservado con limones luego de su muerte en El Paso. Años después, cuando se quiso trasladar sus restos a Leandro, se encontró su cuerpo intacto, sin descomponerse, y con una polilla en la nariz. Corrió el rumor entonces de que, por su ilustre apellido, se había vuelto santo. Al revisarlo, al parecer, los huesos de las manos estaban incompletos. El hombre que lo desenterró, Santos Villalobos, fue acusado y apresado, hasta que se descubrió que don Urbano había nacido sin las últimas falanges. La fortuna original de don Urbano, producto de la ganadería de Leandro, no ha dejado de crecer en manos de los descendientes de Julio Mario Santo Domingo Pumarejo. Esto sin contar que don Urbano fue también tronco de unas de las castas políticas más importantes de Colombia: la de López Pumarejo. Su casa sigue en pie en una de las esquinas de la plaza Alfonso López.

La historia de Bellacruz es más reciente, apenas del siglo pasado. Su propietario, el caldense Alberto Marulanda Grillo, llegó a la región como enfermero de la hacienda Leandro y allí se enriqueció. Cómo lo logró es una historia tan truculenta como fascinante, pero no es este el espacio para contarla. Ya con dinero, Marulanda se hizo policía y se fue a trabajar a Buenaventura. Unos cuantos años después regresó a la región y compró unas cien hectáreas de tierra de la finca en cuestión. En 1950 ya las había convertido en una hacienda que, según Verdad Abierta, “llegó a sumar 25.000 hectáreas, entre los municipios de Gamarra, Pelaya, Tamalameque y La Gloria”, este último pueblo bautizado en homenaje a una de sus dos hijas. La fortuna siguió su curso exitoso en manos del nieto del señor Marulanda, el reconocido medallista olímpico y empresario español kike Sarasola –hijo de María Cecilia Marulanda y Enrique Sarasola, amigo cercano de Felipe González–, propietario actualmente de la cadena hotelera internacional Room Mate, la misma a la que él acaba de levantar de una quiebra de más de doscientos millones de euros. 

La historia de estas dos haciendas no está escrita. En cambio, sobre la tercera arriba mencionada el economista, historiador y actual rector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel, acaba de publicar una muy metódica e impresionante investigación bajo el nombre Santa Bárbara de las Cabezas, la gran hacienda del Caribe colombiano 1742 – 1942

Se trata de un trabajo que el exmiembro de la Junta Directiva del Banco de la Repúblico comenzó a adelantar hace más de una década gracias a su interés por el desarrollo económico de la región. La pandemia le regaló un espacio valioso para poder dedicarse, casi de lleno, a diseccionar la importancia que, en su momento, tuvo esta hacienda cuyo origen está emparentado con las más aristocráticas familias de la villa de Mompox.

A principios del siglo XX la Ganadería Las Cabezas emitía sus propias acciones por valor de $500 pesos oro.

A finales del siglo XIX  Las Cabezas era la hacienda más grande y extensa del Caribe colombiano. Se extendía por más de setenta mil hectáreas haciendo un triángulo entre los ríos Ariguaní y Cesar.

Mompox, como se sabe, fue una ciudad privilegiada geográficamente hasta cuando dejó de ser bañada por el caudal principal del río Magdalena, hacia mediados del XIX. Esto la hacía atractiva para el contrabando que llegaba de las islas del Caribe, particularmente de Jamaica y Curazao, que ingresaba al país por Riohacha y seguía su camino por la llamada Ruta de Jerusalén hasta el interior del país, mientras todo el comercio lícito lo hacía vía Cartagena, donde se encontraba el grueso de las autoridades. A través de la conexión del Magdalena y el Cauca “se sacaba el oro de contrabando que financiaba las mercancías que se ingresaban del exterior”, cuenta Meisel.

A lo largo del siglo XVIII la villa se consolidó como la segunda población del Caribe neogranadino. A inicios del XIX ya contaba con quince mil habitantes, todo un mundo de gente para esa época a pesar de que, como escribió Fray de Santa Gertrudis, “es uno de los parajes más calientes que yo he visto. Hace seis veces más calor sin inmutación todo el año que de España en medio de la canícula. Todo es monte cerrado donde no se ha visto jamás un soplo de viento… Propiamente, es un infierno chico”. 

Adolfo Meisel cita también a Humboldt quien, a su paso por Colombia, escribió que en Mompox se hacían tantos o más negocios que en Cartagena. Esto atrajo a inmigrantes españoles y criollos ávidos de negocios. La isla llegó a albergar la mayor cantidad de nobles en todo el virreinato: “Dos condes y cuatro marqueses”. Uno de ellos fue el fundador de Santa Bárbara de las Cabezas, Juan bautista de Mier y la Torre, primer marqués de Santa Coa, título por el que pagó 31.000 pesos, menos del diez por ciento de la gran herencia que les dejó a sus dos hijas y que sus dos yernos acrecentaron. En su testamento, el marqués asignó sesenta mil pesos para fundar un mayorazgo en favor de uno de sus nietos, el cual se estableció con respecto a las tierras y el ganado de esta hacienda.

Portada del libro autoría de Adolfo Meisel, publicado por Editorial Uninorte.

Las siguientes generaciones, de la cuales Meisel traza una intensa genealogía que por momentos puede confundir al lector, se encargaron de la propiedad hasta que, en 1845, uno de estos descendientes, Oscar Adolfo Trespalacios Cabrales, tomó las riendas y “Tuvo un enorme prestigio en la zona, se interesó en los temas de la región, era de muy buen trato y tenía reputación de ser un gran anfitrión”. Él no fue un propietario ausentista (los anteriores habitaron permanentemente en la villa) y, como reza el dicho, el ojo del amo engordó el ganado. Los ingresos los reinvertía en más tierras, en una época en que ésta valía muchísimo menos que las reses, y anexó fincas como Mata de Indio y La emboscada. Heredó la hacienda en sociedad con su hermano, quien murió antes que él, y les compró a sus sobrinos su parte de la herencia. Murió en 1884, sin testar y con cinco hijos, que tuvo con Ana Paz.

“A finales del siglo XIX –cuenta Meisel– Las Cabezas era la hacienda más grande y extensa del Caribe colombiano, y tal vez incluso de Colombia”, se extendía por más de setenta mil hectáreas haciendo un triángulo entre los ríos Ariguaní y Cesar. Julia Trespalacios Paz se casó con Alejandro Gutiérrez de Piñeres, hijo de una de las familias con mayor fortuna y prestigio político, tanto regional como nacional. Y entonces la suerte los visitó, convertida en el Packing House de Coveñas: a partir de entonces, además del ganado propio (24.900 vacas y 4.500 toros), administraban otras 25.000 reses que pastaban en Las Cabezas con una rentabilidad del 22 %. Para entonces la hacienda contaba con estatutos y, en 1925, con 443 trabajadores permanentes.  

La alianza con el Packing house de Coveñas trajo a la hacienda todo un caudal de dinero, pero entonces los nietos de Oscar Trespalacios se mudaron a grandes mansiones en el barrio El Prado de Barranquilla y se dieron la buena vida que nunca gozó su abuelo. Apenas uno que otro visitaba la finca de vez en cuando. Esto, sumado al crecimiento de la familia vía matrimonios e hijos, más otros motivos, comenzaron a dar al traste con esta sociedad familiar que, en su momento de mayor gloria, llegó a sumar más de 76.000 hectáreas de tierra, una pegadita a la otra. Una cifra, más que impresionante, casi inaudita. 

Todo esto y mucho más lo cuenta Adolfo Meisel con lujo de detalles en este fascinante libro que no solo ayuda a entender aún más la economía, la sociedad y la cultura de nuestra región, sino que también ofrece lecciones de administración en empresas familiares. El libro es absorbente, pero este espacio es muy corto para comentar más temas. Llama la atención cómo se diluyó esta fortuna en manos de tantos nuevos propietarios, y en algunos casos se perdió por completo, a pesar de que originalmente era muchísimo mayor que las de Leandro y Bellacruz. 

El árbol genealógico del marqués de Santa Coa termina con nombre propio en el libro de Meisel, Ana del Rosario Trespalacios, nacida el 26 de agosto de 1868. Por la forma en que está descrito en el libro, al leerla, por alguna razón evoqué la historia del último de los Buendía. Sin embargo, con ella no terminó la estirpe. No lo cuenta Adolfo Meisel, pero Ana del Rosario se casó en Valledupar con Celso Castro Baute y la prole continuó, aunque el apellido hace ya muchísimas generaciones se perdió. 

Alonso Sánchez Baute

Escritor y periodista. Es autor de las novelas y libros de crónicas y relatos Al diablo la maldita primaveraLíbranos del bien¿Sex o no sex? y ¿De dónde flores, si no hay jardín?

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Editorial de Mayo: en cuestión de seguridad, actuemos y no busquemos culpables

Una de las características colombianas es nuestra reacción rápida ante cualquier hecho, así sea intrascendente, para buscar enseguida un culpable y muchas veces ese ansia de encontrar responsables, nos lleva hasta buscar culpables colaterales.

Y es que esa especie de impulso natural, según los psicólogos, es una forma inmediata de eludir la propia responsabilidad.

Respecto a la seguridad, esa palabra que para nosotros se ha vuelto trascendental y ha sido causa de discusiones y críticas en los últimos meses, a raíz de unos hechos delincuenciales que no habíamos sufrido antes en nuestra urbanización.

La seguridad y más en nuestro país es un tema complejo, no es lineal. Varios son los factores externos que intervienen en esta ecuación de seguridad y conviene mencionar algunos:

  1. La situación del país, donde se sabe de la existencia de temibles bandas criminales (Bacrim), que Surgieron a partir de 2013 y están operando a lo largo y ancho del país.
  2. El Narcotráfico, fenómeno que permea todos los estratos sociales y que por su misma naturaleza, genera tremenda violencia.
  3. Una crisis global por la guerra en Ucrania, que ha afectado insumos agrarios, la crisis de contenedores que tiene ralentizado el comercio internacional, la crisis energética en Europa que ha generado una gran inflación,  la tensión entre USA y China, entre otros conflictos, que se han filtrado en nuestra situación económica.
  4. Las tensiones internas y desastres naturales que han generado descontento social y afectado la economía.
  5. El marketing que se ha hecho para vender Barranquilla como el “mejor vividero del país” y que ha hecho que aumente la migración de todo tipo de personas desde diferentes partes del país. Los bandidos también migran.

Podemos agregar a nuestra lista factores internos como el hecho tan repetido de que somos una Urbanización de gran extensión, cerrada jurídicamente pero abierta a nivel perimetral, lo que nos coloca en una situación de vulnerabilidad,  atenuada por todas las medidas que se han venido tomando a lo largo de los años, pero que es necesario aumentar como ha quedado establecido.

El otro hecho repetido es que ingresan a diario más de 700 personas que no habitan aquí: trabajadores temporales, contratistas, visitantes, socios del Club, etc., que son registradas en la entrada, pero cuyo trasegar dentro de la Urbanización es responsabilidad de quienes han autorizado su ingreso.

Otro factor propio y muy importante es la necesidad de auto-seguridad. Es decir, cada familia, cada habitante de Lomas de Caujaral es responsable de su propia seguridad y la Administración responde por la seguridad del conjunto, a través de las medidas que nosotros como copropietarios y residentes hemos aprobado.

En estos casos, el culpable es el que comete el ilícito y los responsables somos todos.

Si no han sido suficientes estas medidas, pues debemos pedirle a la Junta y a la Administración que se implementen otras adicionales, como se aprobó en la pasada Asamblea.

Volviendo al caso de nuestra seguridad, debemos hacer esfuerzo para que nuestras viviendas sean seguras: no dejar fuera elementos de valor, utilizar en lo posible sistemas de iluminación de exteriores, puertas y ventanas seguras, cámaras de seguridad, sensores de movimiento, botones de pánico comunicados con la vigilancia y la policía, etc. Todo un menú de productos de dónde escoger los que se ajusten mejor a nuestras condiciones.

Y para terminar, un tema sensible pero importante: ¿conocemos a quienes trabajan para nosotros? ¿Nos han presentado recomendaciones por escrito? ¿Sabemos adónde viven y cómo es la composición de su familia? ¿Tenemos un número alternativo de un familiar, en caso de emergencia? Las empresas hacen una investigación exhaustiva de empleados, ejecutivos y directivos a contratar. No es abuso, es seguridad.

Rechazamos de plano la propuesta de algunos residentes de “armarnos” para defendernos de posibles atracadores. No queremos que suceda lo que está acaeciendo en Estados Unidos, donde se vienen cometiendo crímenes contra inocentes por error, apoyados por las llamadas “doctrina del Castillo” y las leyes de “defender tu posición”, traducidas como “aquí primero se dispara y luego se pregunta”.  (The New York Times, abril 25 de 2023).

Mantengamos la serenidad, seamos más solidarios y más comprometidos con el bienestar de nuestra comunidad. Ejerzamos la responsabilidad social. Participemos en la solución de los problemas que nos incumben, no se la dejemos a otros y sobre todo, no busquemos culpables, responsables somos todos.

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Ecología

Reciclar es más sencillo de lo que se cree

Si reciclamos, ayudamos a nuestra Urbanización, a las empresas que aprovechan ese material para producir sus productos y colaboramos con RECICLAR, la empresa de recicladores fundada hace años por la Fundación Mario Santodomingo y que nos presta el servicio de recolección desde hace casi 6 años

En busca de Cañahuates florecidos

Por Paula Peña-Amaya Politóloga. MBA Negocios Sostenibles

Lejos de provocar un debate polarizado entre preservación ambiental y desarrollo urbano, este artículo pretende ser una reflexión sobre la manera en que construimos nuestro entorno. Muchos de nosotros decidimos vivir en El Caujaral en busca de un lugar tranquilo, alejado de los ruidos de la ciudad, aun cuando muy cerca de ella. Compartimos el gusto por los sonidos de la naturaleza, valoramos respirar aire puro y proporcionar a nuestra familia un ambiente sano y seguro. Hacen parte de esta comunidad los dueños de lotes del conjunto, algunos residentes y otros no, los cuales tienen la aspiración válida de construir o ver valorizar su terreno con miras a venderlo.

Es un bosque seco vivo que duerme durante el verano perdiendo sus hojas hasta que regresen las lluvias

Con el propósito de mostrar el potencial de su lote y/o cumplir con norma internas quizás imprecisas, se manda a limpiar el mismo. Pero ¿qué significa limpiar? Podría referirse a  recoger basuras, otros podrían considerar que es impedir que futuros vecinos y constructores tiren desechos de las obras o talas en los lotes no habitados; también podría considerarse limpiar el uso de quemas “controladas” para acabar con “la mala hierba”; o también mandar a un jornalero a arrasar con el machete lo que se encuentre por delante con la única instrucción de dejar ahí los árboles más grandes.  Todas estas actividades que vemos se realizan durante la época de verano, en vísperas de caer lluvias o cuando existe la oportunidad o necesidad de venta.

Limpiar puede significar evitar que se utilicen los lotes de botaderos de escombros

En varios escritos de esta publicación se ha insistido en que vivimos rodeados de relictos de bosque seco tropical, que durante época de verano pierde sus hojas como mecanismo de supervivencia y que cuando llegan las lluvias florecen para luego repoblarse de hojas. Este bosque alberga una multiplicidad de flora y fauna, todo tipo de aves, osos hormigueros, zarigueñas, iguanas y hasta serpientes entre otros. Todos ellos ayudan a mantener el equilibrio ambiental y son los que permiten preservar el valor de vivir aquí. Al parecer este mensaje entra en oídos sordos, parece ser ignorado o simplemente no es leído.

Es por ello que me pregunto ¿cómo podemos ser proactivos para hacer algo respecto?

Comparto algunas ideas con la ambición de que se convierta en un punto de partida para llegar a acuerdos.

Si se cuenta con un lote de engorde y se quiere contribuir a mantener el bosque, deja que la naturaleza se regenere espontáneamente así se estará protegiendo el bosque y preservando la conectividad mientras construyes. Los beneficios ambientales serán enormes; servirán de corredores y hospedarán fauna, permitirán el crecimiento de flora local siendo semilleros y contribuirán a engrandecer el pulmón del conjunto. Sería una forma de valorizar el terreno y atraer a otros amantes de la naturaleza.

Otra alternativa proactiva es involucrarte en la planeación de tu lote desde antes de su desarrollo, siembra árboles nativos y organízalos de tal forma que cuando lo quieras vender lo puedas mostrar y dejar ver a potenciales compradores la vista u otros atributos que tenga. Podría sorprenderte la manera en el que comprador de tu lote va a valorar la existencia de árboles que se puede preservar mientras se construye, al fin y al cabo van a refrescar la futura casa. O acaso cuántos de nosotros luego de construir invertimos tiempo y recursos en hacer crecer nuestros jardines y arborizar para mantener el fresco y un ambiente agradable.   

Ahora bien, si definitivamente se debe tumbar toda la vegetación para construir haz parte de la planeación del proyecto, la compensación de este bosque con flora nativa y asesorate para generar el menor impacto ambiental posible. Y si insistes en que hay que “limpiar” el lote entendido como quitar toda la vegetación porque lo ves lleno de arbustos secos, pídenos ayuda y orienta al jornalero que tiene dicha tarea. Me puse la tarea de preguntarles a los trabajadores que están talando indiscriminadamente en el conjunto y la respuesta común es alzar sus hombros y decir son órdenes, yo no sé.

¿Para qué necesito talar? Una pregunta que servirá planear y orientar a los trabajadores                                                                              

Al retirar la capa vegetal se pierde la capacidad de retención del terreno y habr

Quizás se pueden trasplantar árboles o plantas. Estoy segura de que más de un vecino le encantaría ver en su jardín un cañahuate o roble florecido, o cactus crecidos en un lindo jardín. Pensar en alternativas como estas podrá ahorrar dinero, tiempo y a la vez contribuir a la preservación del entorno. Talar de manera indiscriminada como lo estamos viendo en tantos rincones de la urbanización podría provocar derrumbes y perdida de capa vegetal. Recordemos que son los árboles y las plantas las que contienen la tierra. Al no existir flora la tierra se abre y la tierra se resbalará cuando empiecen las lluvias. Por lo anterior, no talar es una acción también preventiva que hará que tu lote esté en mejores condiciones. Sin capa vegetal los niveles de evaporación son mayores y al momento de visitar tu lote el calor te sacará corriendo.

Tenemos una nueva Junta Administradora a quien podría proponérsele la discusión de una política de planeación urbana realista que ayude a orientar el desarrollo y mantenimiento urbanístico que definamos.

En ninguna circunstancia se está insinuando que dejemos de construir o paremos el desarrollo del conjunto, sino definamos claramente cómo nos gustaría que se hiciera y cómo debe ser el plan de manejo ambiental. La ciudad de Barranquilla crece a pasos agigantados, está llegando literalmente a la puerta de El Caujaral. Somos nosotros quienes en forma proactiva debemos definir cómo queremos crecer sin dejarnos absorber por la ciudad puesto que lo que está en riesgo es que desaparezcamos como el pulmón de Puerto Colombia, que fue uno de los motivadores para creación de esta Urbanización y Club.

Estoy segura de que no queremos vivir en una urbanización llena de potreros descubiertos y que preferimos que los lotes que no estén en uso o construcción sean bosques. Los invito a pensar en comunidad para continuar disfrutando de los cañahuates florecidos de amarillo cada primavera.

Preservar cañahuates florecidos en primavera

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Proyecto de Responsabilidad Social: Comunidad Energética en la zona de influencia de El Caujaral

La Fundación Caujaral va a trabajar en la conformación de una comunidad energética en La Playa. La Asamblea del Club Lagos de Caujaral aprobó esta propuesta por unanimidad el pasado 20 de abril.

Desde hace dos años, el ingeniero Rubén Caputo, residente en Caujaral, viene estructurando un proyecto piloto de energías renovables para aplicarse en  los barrios de bajos estratos, como parte de la transición energética propuesta a nivel mundial y para que estos estratos tengan acceso a producir la energía que consumen y a comercializar, si es el caso, la energía que ahorran.

El Vecindario ha querido entrevistarlo para que nos cuente con más detalle de qué trata este plan piloto y cómo se relaciona nuestra comunidad con él.

El Vecindario: ¿Qué es exactamente una comunidad energética y cuál es su objetivo?

RC: Una comunidad energética “es un grupo de personas naturales o jurídicas, que se articulan de forma organizada para gestionar la solución a los problemas energéticos de su comunidad” (retocomunidadesenergeticas.com, Min-energía). Su objetivo es compartir el uso de fuentes de energía renovables porque una solución grupal resulta mejor que la suma de eventuales soluciones individuales. Por tal razón, las comunidades energéticas son un mecanismo eficaz para contribuir a una transición energética justa.

EV: ¿Desde cuándo se interesó en el tema de las renovables?

RC: Me interesó el tema desde hace algunos años cuando me enteré que los costos de la energía eléctrica provenientes de la red podían disminuirse y la calidad del servicio mejorarse utilizando paneles solares y turbinas eólicas a nivel descentralizado, es decir del modo llamado “generación distribuida”, “autogeneración” o “democratización de la energía”. Esta manera de producir, distribuir y consumir energía eléctrica, resulta más económica que hacerlo únicamente conectado a la red de energía local.

EV: ¿En qué consiste el proyecto y qué ventajas tiene?

RC: El proyecto consiste en facilitar la creación de una comunidad energética en el corregimiento de La Playa, con el fin de que autogenere su propia energía eléctrica e incluso se le acrediten los excedentes si eventualmente se producen, pues la comunidad continuaría conectada a la red de energía local. El proyecto requiere el apoyo del Ministerio de Energía, tal como lo obtuvo el corregimiento de Bocas del Palo del municipio de Jamundí en el Valle del Cauca.

Allí el gobierno invirtió más de $2.000 millones en la instalación de paneles solares con una potencia de 100 kWp conectando la instalación a la red nacional de energía eléctrica. He estimado que una instalación hibrida panel solar – turbina eólica de 1 kWp puede proveer el consumo de subsistencia de 173 kWh/mes que ha establecido Min Energía para una familia de los estratos 1, 2 y 3, por tanto la instalación en el corregimiento de Bocas del Palo equivaldría a la que requerirían 100 familias de los estratos 1, 2 y 3 en el corregimiento de La Playa.

EV: ¿Por qué lo presentó ante el Club Lagos de Caujaral y su Fundación, tocó antes otras puertas?

RC: Presenté la iniciativa en la asamblea del Club el pasado mes de abril porque la Fundación Caujaral gestionada por el Club le interesa apoyar iniciativas que mejoren la calidad de vida de los habitantes del corregimiento de La Playa. Y por eso la asamblea acogió con entusiasmo mi proposición para asesorar sin costo alguno a la Fundación en el proceso de conformación de una comunidad energética en el corregimiento. La comunidad liderará y presentará la iniciativa ante el Ministerio de Energía de acuerdo a sus lineamientos.

Aunque desde el año pasado he divulgado el proyecto de energías renovables para los estratos 1, 2 y 3 en la Costa Caribe a personas individuales, y en las redes sociales a personas y entidades del gobierno, fue en la asamblea del Club cuando por primera vez lo presenté sucintamente a un grupo de personas como una alternativa deseable.

EV: ¿Qué interés tiene para la comunidad del Caujaral el haber acogido este proyecto?

RC: El proyecto es una oportunidad extraordinaria para que la comunidad del Caujaral demuestre su sensibilidad y responsabilidad social mejorando las condiciones de vida de sus vecinos próximos más desfavorecidos, abordando un tema tan relevante como la prestación del servicio de energía eléctrica. Esta demostración consiste en extender al entorno los principios rectores de la comunidad Caujaral en lo referente a la sana convivencia, la solidaridad, la protección de los bienes y del medio ambiente que la caracterizan.

EV: ¿Quién apoyaría financieramente este proyecto?

RC: Este proyecto lo apoyaría financieramente el gobierno nacional a través de su Ministerio de Energía, tal como lo hizo en el corregimiento Bocas del Palo del municipio de Jamundí en el departamento del Valle del Cauca, sin embargo también cuenta con el acompañamiento de la Fundación Caujaral que comprometería en cierto grado sus recursos humanos y materiales porque el proyecto presenta complejidades técnicas, sociales y legales que una comunidad energética debe resolver en el marco más general de la política nacional de transición energética.

EV: ¿Qué sigue ahora?

RC: Como cualquier proyecto que se quiera emprender, a la conformación de una comunidad energética la precede una etapa para planear cómo resolver las complejidades antes mencionadas, seguida de una etapa de implementación controlada de las soluciones acordadas, y finalmente una etapa de seguimiento de la comunidad energética en marcha, para hacer ajustes donde sean necesarios y garantizar así su estabilidad a largo plazo. El éxito de cada etapa requiere la participación activa de los miembros integrantes de la comunidad energética del corregimiento de La Playa.

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El poder de “la carreta” en el Caribe

Por Beatriz Toro P.

Antropóloga de la Universidad de los Andes. Magíster en Desarrollo Social de la Universidad del Norte.

En la era digital las “conversaciones de bordillo” son un acto de resistencia frente a la soledad. Solamente en Bogotá, el 46 % de los hogares estrato 6 están compuestos por un solo individuo. Foto: La Nación.

Por: Beatriz Toro

Antropóloga de la Universidad de los Andes. Magíster en Desarrollo Social de la Universidad del Norte.

El mundo padece una pandemia de soledad, pero en el Caribe, al parecer, estamos  a salvo gracias al tradicional arte de “echar carreta”. 

Hoy se detuvo mi marido a pagar un peaje y terminó hablando de salsa con la joven que recibía el dinero. Yo, que soy del interior, siempre lo regaño por demorar la fila, pero él, como buen barranquillero, no lo puede evitar. Le sale espontánea la conversación. En el Caribe la cultura local permite conectar con facilidad y estar abiertos a las ocurrencias y comentarios de los extraños en cualquier esquina. Es fácil compartir algún chiste con el que nos vende la galleta griega o terminar hablando sobre un suceso local con el taxista. Sucede sin esfuerzo y es lo normal. En la esencia caribe están la espontaneidad, la oralidad y su desparpajo a la hora de acercarse a un desconocido. Pero estos gestos tan naturales y descomplicados que se ven en las calles y que hacen del caribeño un ser alegre, abierto y locuaz, no son nada comunes en otras latitudes donde la soledad está siendo considerada la próxima y silenciosa pandemia en crecimiento.  

La economista Noreena Hertz en su libro El siglo de la soledad 1 dice que esta condición definirá el siglo XXI. El mundo cambió. Con menos tiempo disponible, teletrabajo, aumento de familias monoparentales y mejores comunicaciones, pero más superficiales en su contenido, la tendencia es al aislamiento y la soledad.  Desde la pandemia, países como Japón, Inglaterra, Irlanda, y Alemania han prendido las alarmas y tomado acciones para contrarrestar los dramáticos efectos de la soledad. Todo comenzó por la preocupación por personas mayores que encontraron muertas en absoluto abandono o que presentaban importantes deterioros en su salud mental o física por la inmensa soledad. Pero esto no terminó allí. Al profundizar en las investigaciones, se detectó que los jóvenes manifiestan en muchos otros países un aumento en la percepción de soledad.

Hay países donde jóvenes entre los 13 y 20 años dicen no tener con quién hablar de sus preocupaciones. Estudios entre estudiantes universitarios muestran un aumento de la sensación de soledad 60 % más alto que las generaciones previas. Los jóvenes tienen muchas conexiones online y efectúan múltiples transacciones con aplicaciones, pero han dejado de tener contacto personal y las conversaciones son muy superficiales.

Pensamos que en Latinoamérica nos salvamos de esto por nuestra cultura afable y llena de calidez humana, pero los números reportan lo contrario. En Colombia, entre el 2005 y el 2020, aumentó el número de personas que viven solas pasando del 11 al 18 % con similares porcentajes en Chile y México. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha declarado la soledad como una epidemia silenciosa con riesgo para la salud mental. Según un estudio global en 77 países, la soledad entre los jóvenes ha aumentado del 9.2 % al 14.4 % para 20222. Solamente en Bogotá, el 46 % de los hogares estrato 6 están compuestos por un solo individuo.

Estos gestos tan naturales y descomplicados que se ven en las calles y que hacen del caribeño un ser alegre, abierto y locuaz, no son nada comunes en otras latitudes donde la soledad está siendo considerada la próxima y silenciosa pandemia en crecimiento.

Charlando en “el bordillo”.

La ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, es cuna de un movimiento que da un inmenso valor a lo que en el Caribe nos parece muy natural. Se trata del poder de la conversación que surge espontáneamente en las calles. El movimiento hoy cuenta con cuatro mil voluntarios quienes bajo la guía de expertos en salud mental se ofrecen a escuchar y conversar casualmente con extraños en sitios públicos. Se llaman Sidewalk Talks (www.sidewalk-talk.org), “conversaciones de bordillo”, por ponerlo en el argot caribeño. Este movimiento que se lanzó como una medida contra la soledad, se ha extendido a varios países de Europa, África, Asia y Sudamérica, incluyendo Brasil. Como esta, han surgido otras estrategias en distintos países para lograr que las personas tengan más contactos casuales con extraños, como los cajeros entrenados en Holanda para conversar en las cajas registradoras de los supermercados. 

Lo que tenemos aquí en el Caribe espontáneamente son “conversaciones casuales”, consideradas por los expertos en salud mental como estrategias de alto valor para mitigar la soledad3

Tomemos como ejemplo la compra de música hace algún tiempo:  para tener acceso a esta, era necesario tener contacto con varias personas, desde el conductor del bus o taxi, el asesor en la tienda de discos, el extraño que también estaba pensando comprarlos y la persona que atendía al pagar. Hoy en día solo debemos pulsar el botón “descargar” y listo. Es la eficiencia a cambio de un costo social. No digo que debemos quedarnos atrás en el siglo XX, pero si vale la pena valorar y trabajar intencionalmente en las potencialidades que la cultura Caribe ofrece para la salud mental.

Compartir así sea por espacios breves con personas reales, trae felicidad y mucho más cuando se trata de amigos4. Los neurocientíficos saben que estamos entrenados desde nuestra genética para leer gestos, sonrisas, para detectar el tono de la voz y el lenguaje corporal. Sincronizamos con los otros al escuchar sus historias. Toda esa información que recibimos sin apenas percibirla es la que nos acerca a los otros. Al interactuar con una aplicación estamos privándonos de las conexiones sociales y esto a largo plazo nos hace menos tolerantes e incapaces de interactuar con personas de diferentes matices.

Ocurre en las calles, en una oficina, o en la tienda de la esquina. Es el poder de “la carreta” que se echa aquí en el Caribe y que debemos conservar como un patrimonio de inestimable valor, en vía de extinción, en la era digital.

Referencias

1Hertz Noreena. El siglo de la soledad. Recuperar los vínculos humanos en un mundo dividido. Paidós. 2021.

2 Melody D.Ding The Prevalence of Lonelyness across 113 countries: systematic review and metanalalysis. 2022.

3Method, Solomon, Downes. Office Chit-Chat as a Social Ritual: The Uplifting Yet Distracting Effects of Daily Small Talk at Work. Academy of Management Journal.2018

4The Good Life. Lessons from the World’s Longest Scientific Study of Happiness By Robert Waldinger and Marc Schulz. 2023

*Este artículo fue publicado en Contexto Media y cedido amablemente por su autora.

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Vacasquilla, la recreación de un mito fundacional

“Vacas que hacen historia, es un proyecto de arte público creado por la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta para celebrar los 210 años de la ciudad de Barranquilla; para ampliar el conocimiento ciudadano de nuestro mito fundacional*, fomentar las artes plásticas e impulsar y dar visibilidad a los artistas”. Google

*El mito fundacional es aquel que refiere que la ciudad fue creada por unos pastores que seguían a sus vacas en busca de agua y, gracias a ellas, llegaron al lugar donde les pareció adecuado crear un asentamiento.

Se invitó a importantes exponentes de las artes plásticas de Barranquilla y el Atlántico, a intervenir con su arte y creatividad, estas vacas gigantes de fibra de vidrio. En total, fueron 30 vacas, que representan con su colorido y decoración, toda una diversidad.

La inauguración de esta exposición a cielo abierto de obras de gran formato, se inició en el gran Malecón. De allí se desplazará a otros lugares que ya están en la agenda.

Fotos: cortesía de Mauricio Vergara

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“La cuestión no es si se tiene que regular la inteligencia artificial, sino cómo” *

Gabriela Ramos, subdirectora general de la Unesco, impulsora de una declaración internacional sobre ética algorítmica, cree que si los medicamentos tienen que pasar estándares de calidad antes de comercializarse, la tecnología, también.

Por: Manuel G. Pascual

Gabriela Ramos llegó en 2020 a la Unesco, la agencia de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con una misión: debía sacar adelante una especie de Declaración Universal de la Inteligencia Artificial (IA). El documento, que finalmente se llamó Recomendación sobre la Ética en la Inteligencia Artificial, se presentó en 2021 y ha sido firmado por 193 países, aunque solo 24 lo están implementando. De carácter no vinculante, ofrece pautas de actuación en asuntos como la gobernanza de los datos, las tecnologías de espionaje masivo, el abuso de los sesgos cognitivos el control de la neurotecnología. Cuenta, entre otros, con el visto bueno de la Comisión Europea o Japón y de empresas como Microsoft o Telefónica.

La iniciativa de la Unesco corría el peligro de caer en la irrelevancia. Pero entonces llegó ChatGPT. Los temores que despierta esta herramienta propició la publicación hace tres semanas de una carta firmada por miles de expertos en IA que piden una moratoria en el desarrollo de esta tecnología. Ese toque de atención de algunos de los padres de la disciplina ha renovado el interés en el trabajo de la agencia de la ONU. “Ha habido un crecimiento exponencial de consultas de países que quieren reunirse con nosotros. Tenemos conversaciones avanzadas con 18 países. Allí donde nos lo solicitan, desarrollamos una medición del impacto ético de la IA. Ayudamos a hacer diagnósticos, a evaluar los equipos de los gobiernos y a pensar qué tipo de institución tendría que supervisar el desarrollo de estas regulaciones”, explica por videoconferencia Ramos, nacida en Michoacán hace 59 años.

*Tomado de El País de España Abril 21, 2023

Leer artículo completo en:

https://elpais.com/tecnologia/2023-04-22/gabriela-ramos-la-cuestion-no-es-si-se-tiene-que-regular-la-inteligencia-artificial-sino-como.html

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Jornada de Bienestar Animal en el Caujaral

Con la valiosa colaboración de Juan Camilo Fuentes y la organización del hada madrina de nuestras mascotas, Isabel Cristina Rodríguez, se llevó a cabo una Jornada de Bienestar Animal el lunes 24 de abril, en el parqueadero del Club Lagos de Caujaral, que también colaboró activamente en esta campaña que incluyó desparasitación, valoración , vacunación antirrábica y multivitamínicos para nuestros peludos perros y gatos.

En esta jornada se atendieron cerca de 80 mascotas, totalmente gratis.

Queremos mencionar que el Club viene adelantando un programa con Isabel Cristina para atender la salud de los gatos que se encuentran en sus predios, mediante el cual reciben atención veterinaria, se esterilizan para evitar su proliferación y se busca hogar para los bebés que lo requieran.

Gracias a Isabel Cristina y a los residentes que participaron en esta jornada llevando a sus mascotas y que contribuyeron a su éxito.

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EDITORIAL : Desinformación… la nueva Pandemia

“Si por aquí llueve, por allá en el resto del mundo no escampa…”

Y es que las redes sociales, además de convertir la información en elemento inmediato en tiempo real, han cambiado, como ya se menciona en varios escritos y estudios sociológicos, nuestra forma de relacionarnos con noticias, hechos, personajes, influencers y también con familiares, amigos y conocidos.

La vida avanza de prisa y parece que no tenemos tiempo de madurar la información que nos llega a borbotones y sin control, tampoco tenemos tiempo de confrontarla, de verificar fuentes, a veces por pereza de dedicar minutos a esta labor, que no parece preocuparnos.

Imagen de Pixabay

Así las cosas, vamos como “pluma al viento” con la información que nos llega, creyéndola a pie juntillas o dándole sin fundamento el beneficio de la duda,  y compartiéndola muchas veces de manera irresponsable.

FAKE NEWS…FAKE NEWS…FAKENEWS

La desinformación, verdades a medias o mentiras totales, han llegado a formar parte de nuestro diario vivir, nos intoxican, exacerban nuestro resentimiento contra muchos y contra el mundo y ya sabemos lo que éste fenómeno causa en nuestro organismo: “el resentimiento es como tomarse uno el veneno y esperar a que el otro muera” (anónimo)

No en vano se alerta de que una alta tasa de nuestra población adulta e infantil, sufre problemas mentales (depresión y tendencias suicidas), además de la incidencia de enfermedades cuya causa se atribuye a cuestiones psicosomáticas.1

Estamos perdiendo la capacidad de tener esperanza, de creer firmemente en algo bueno y de pensar positivamente en buscar soluciones. La agresividad y la rabia se incrementan con las situaciones sin salida que nos presentan esos sembradores de pánico en los chats o los propios medios informativos.

Lo espiritual está siendo reemplazado por una ambición exagerada. Todo se monetiza, hasta la propia justicia social: si cuesta mucho, mejor que no la haya. El tamaño se volvió fundamental: el de la cuenta bancaria, el de la casa, el del carro y sobre todo el del ego.

Debemos reconocer que muchas de nuestras decisiones cotidianas y de cierta importancia vital, las tomamos en base a estas informaciones, no analizadas ni verificadas. Es decir, estamos afectandonos y afectando a muchos y los resultados no serán los deseados.

¿Cómo contrarrestar esa pandemia global?  ¿Cómo ser capaces de analizar las ideas y propuestas de una manera objetiva, desligándolas de la persona o personas que las crean o de las que las emiten? ¿Cómo buscar fuentes veraces de información, en lugar de las que solo buscan favorecer los intereses de sus dueños? ¿Cómo poder expresarnos asertivamente (francamente con argumentos y respetando al oponente), sin temor a enfrentar situaciones indeseadas?

Información veraz, actitud positiva y esperanza en que somos capaces de aportar para un mejor futuro, son las mejores medicinas. No le hagamos el juego a quienes buscan sembrar discordia con sus actitudes y comentarios envenenados.

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  1. “De acuerdo con Medicina Legal, durante todo el 2021 y hasta julio de 2022 se suicidaron 4.159 personas en Colombia, de las cuales 1.714 eran menores de 29 años. El 44,7 % de los niños en Colombia tienen indicios de algún problema de salud mental.” (citado en Poliverso)

https://www.poli.edu.co/blog/poliverso/dia-mundial-de-salud-mental#:~:text=De%20acuerdo%20con%20Medicina%20Legal,de%20los%20adultos%20padece%20depresi%C3%B3n.

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Ecología

Reciclar un compromiso de todos con la salud de nuestro medio ambiente

Reciclar es más sencillo de lo que se cree

Si reciclamos, ayudamos a nuestra Urbanización, a las empresas que aprovechan ese material para producir sus productos y colaboramos con RECICLAR, la empresa de recicladores fundada hace años por la Fundación Mario Santodomingo y que nos presta el servicio de recolección desde hace casi 6 años

El símbolo del reciclaje es el símbolo internacional que indica el reciclaje de los desechos. Cada flecha representa cada una de las tres «R», «reciclar, reducir y reutilizar»

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«La mirada de la Nación a los wayuu todavía hoy es puramente colonial”: Weildler Guerra*

Por Beatriz Toro P. Antropóloga de la Universidad de los Andes. Magíster en Desarrollo Social de la Universidad del Norte.

Una entrevista en profundidad con el antropólogo e investigador guajiro devela los conflictos y el olvido a los que se ve sometido el pueblo wayuu por parte de empresas y el Estado colombiano.

La imagen de La Guajira como territorio inhóspito, desolado, condenado al olvido, parece ser común en el imaginario de los colombianos, pero una revisión a la Historia revela la importancia de este territorio peninsular y de sus habitantes originarios: “El pueblo wayuu firmó en Curazao el primer tratado de comercio en 1752, antes de que existiera Colombia, con la República de Holanda para proteger el comercio entre la nación Guajira y los holandeses. Este pueblo marítimo viajaba a Jamaica, le vendió toros a la Armada Británica para tomarse La Habana, comerciaba con los franceses y vendían o trocaban perlas por mercaderías en todo el Caribe”, afirma Weildler Guerra Curvelo, doctor en Antropología de la Universidad de los Andes, profesor universitario, exdirector del Observatorio del Caribe Colombiano, y exgobernador de La Guajira.

Imagen tomada de Pulzo

Contexto dialogó con Guerra sobre los conflictos territoriales entre clanes wayuu, la relación de este pueblo con las empresas extractivas y de energía eólica, y la situación de su niñez en una imprescindible pesquisa para conocer la cosmogonía y la coyuntura actual de un pueblo indígena que sufre el embate de la modernidad y el olvido estatal. 

Beatriz Toro: La mayoría de conflictos entre los clanes wayuu tienen mucho que ver con la tierra y la llegada de empresas a su territorio. ¿Cuál es tu concepto sobre este tema?

Weildler Guerra Curvelo: Las empresas han incurrido en inmensos errores de perspectiva y desconocimiento de la normatividad colombiana. En primer lugar, han visto a La Guajira como un reservorio extractivo. Se trata de una tierra que la Nación ve como un territorio de ultramar en una relación no horizontal entre conciudadanos de una república, sino una relación vertical de carácter colonial. Los proyectos de energía eólica, como cualquier proyecto, generan impactos ambientales y sociales. Si a ello le añadimos que la dimensión social es subvalorada, la situación empeora. No hacen estudios de impacto ambiental serios. Estos no tienen un componente social incluido, ni mucho menos socializado. 

Se ha pervertido el concepto de consulta previa y convertido en una grosera negociación material. La consulta previa incluye un diálogo horizontal, intercultural y bidireccional. Lo último de lo que se trata es de la compensación material de los impactos y estos deben ser previamente identificados por las partes. Los proyectos de energías limpias se ven solo como un asunto de ingenieros. Allí tú no ves el capítulo social. No se asesoran de antropólogos y el elemento histórico para definir quién ocupa y decide sobre un territorio no es tenido en cuenta. 

B.T.: Para entender mejor, explícanos cómo funciona para los wayuu su relación con la tierra. 

W.G.C.: Hay tres criterios territoriales claves. El primero es la precedencia, las familias que han llegado con más tiempo, uno o dos siglos, tienen una precedencia en el territorio evidenciada en sus cementerios, las viviendas, en las huertas, en los corrales, incluso cuando son antiguos o huertas abandonadas. Todo este vestigio material muestra evidencia de ocupación porque ahí están los huesos de sus ancestros. Estas son las escrituras del territorio. 

La adyacencia significa que además de mi vivienda y cementerio yo tengo un área que contiene zonas de pastoreo, fuentes de agua, zonas de cacería o de cultivo, zonas de recolección de frutos de plantas medicinales.

La subsistencia implica que yo me haya beneficiado de ese territorio. Yo puedo ser un pastor que vive a orillas del mar, pero no me beneficio del mar. Esos criterios son claves. Cuando un individuo nace, tiene su grupo materno (apushi), y sus parientes uterinos. Mi jefe inmediato político es mi tío materno, no mi papá. Yo estoy adscrito a la unidad política y social de mi madre y mis tíos maternos. Cuando hay una relación muy estrecha entre padre e hijo, el padre lo puede dejar como “guardián del territorio”, se puede beneficiar de la tierra, pero no puede decidir sobre ella. El solo está de vigilante. 

Los derechos territoriales se heredan de nuestros parientes maternos. Entonces lo que ocurre es que han favorecido a los hijos que no tienen derecho a decidir sobre esas tierras con el argumento occidental de que “estos sí viven allí y los otros no”. Es un juicio de valor occidental acerca de quién tiene derecho sobre la tierra, cuando la normatividad wayuu claramente establece quiénes deciden sobre una patria wayuu. Las empresas le han dado carácter de autoridades a estos hijos. Esto por supuesto es lo que genera enfrentamientos entre los clanes. 

¿Cuál ha sido el problema con los proyectos eólicos?

Los proyectos implican quitar una hectárea por aerogenerador a los wayuu. Una hectárea de pastoreo, de agricultura, de cacería y de recolección de frutos silvestres. Esto deteriora significativamente la economía de los grupos familiares wayuu. ¿Cómo les compensan en el desierto esas hectáreas? 

El discurso del gobierno anterior que alzaba el estandarte de la prosperidad empresarial y la inversión extranjera ha sido sustituido por el de la religiosidad incuestionable de las energías limpias. Esto desconoce que casi todas las empresas eólicas reproducen procedimientos extractivistas similares a los agentes económicos de las energías fósiles. Esas granjas solares no son inocuas. Ellas potencialmente podrían causar mayor impacto y conflictos territoriales porque ocuparían miles de hectáreas. Esto las hace más vulnerables a las acciones vandálicas. Han instalado pequeñas plantas solares en La Guajira y todas terminan vandalizadas o abandonadas ¿Por qué? Porque estos proyectos son pequeños enclaves tecnológicos y culturales que detonan tensiones preexistentes sobre los  territorios. 

Las empresas eólicas no ven a los wayuu como sujetos económicos, sino como sujetos de misericordia. Consideran que es suficiente con la dádiva generosa que ellos dan, como arreglar el jaguey o la escuela de la comunidad. Menosprecian la capacidad de este pueblo indígena marítimo que firmó en Curazao el primer tratado de comercio, antes de que existiera Colombia, en 1752, con la República de Holanda para proteger el comercio entre la nación Guajira y los holandeses. Este pueblo marítimo viajaba a Jamaica, le vendió toros a la Armada Británica para tomarse La Habana, comerciaba con los franceses y vendían o trocaban perlas por mercaderías en todo el Caribe. A pesar de esto, los empresarios del interior dicen con un  cinismo sin par que los wayuu no saben negociar porque no tienen clara la diferencia entre pérdidas y utilidades.

Fue Colombia como república la que redujo a los wayuu a una condición provinciana y mediterránea cuando les clausuró el mar. La Península quedó sin mar. ¿Por qué hay hambre en La Guajira? Si tú le quitas el mar a una península, territorio que es casi una isla, con el argumento del control del contrabando, la matas de hambre. Este es uno de los factores que ha incidido en la pérdida de la autonomía alimentaria wayuu y en su debilidad económica y política actual. 

Con los proyectos offshore como Astrolabio y Barlovento los pescadores van a sufrir grandes impactos. Están amenazados los pelícanos, los murciélagos, y sobre todo las tortugas marinas que pastan en La Guajira. Estos se proyectan sobre áreas protegidas. Tenemos una tierra semidesértica, pero contamos con un mar muy rico. Estos también impactan los proyectos de turismo ecológico que se han venido desarrollando con las posadas nativas que están involucradas.

La pobreza y el hambre en muchas comunidades wayuu se debe a múltiples factores que van desde las estaciones climáticas hasta la indiferencia estatal. (Imagen tomada de Contexto)

Las empresas eólicas no ven a los wayuu como sujetos económicos, sino como sujetos de misericordia. Consideran que es suficiente con la dádiva generosa que ellos dan como arreglar el jagüey o la escuela de la comunidad.

¿Cuál es tu recomendación entonces para una empresa que quiere entrar a La Guajira?

Cumplir las normas. El problema es que han creado unas empresas “desarrolladoras” colombianas que tienen detrás una multinacional. Ellos buscan a los “líderes” que negocian con el máximo beneficio y ofrecen manejar de forma expedita los trámites para poder iniciar los proyectos saltándose en lo posible a la comunidad wayuu. Las empresas actúan como vendedores de cosméticos que ofrecen catálogos de productos y presentan “rituales” para compensar. Estos “rituales” implican entregar a la comunidad cuarenta o cincuenta millones de pesos para agilizar el proceso. Es cierto que entre los indígenas hay corrupción, como en todos los grupos, pero las empresas desarrolladoras no cumplen las reglas sobre cómo aproximarse a un territorio.

Las preguntas que debemos hacernos son: ¿cómo evitar que estos proyectos sean meros enclaves y cómo llevar beneficios a las comunidades indígenas? ¿Cómo lograr que se articulen con la economía local? El Ministro de Minas del gobierno anterior dijo que los parques eólicos generarían miles de empleos en La Guajira. Falso. Generan unos pocos durante su instalación y punto. Es cínico y supone que los demás somos unos ignorantes. 

Me parece de simple lógica. Si yo voy a montar un proyecto eólico en África debo averiguar mínimamente qué significa el viento para los Masai. Pero nunca le preguntaron a los wayuu ¿qué es el viento para ellos? Resulta que para los wayuu no existe el viento sino Los Vientos. Son seres plurales y ambiguos. Son seres con personalidades distintas. El viento Alisio del Nordeste, Jepirachi, es un viento amoroso, padre de los pescadores wayuu y que refresca las condiciones del desierto. El viento Joutai, que viene del Golfo de Venezuela, es un viento malo, que seca los pastos, que aleja a las canoas y deja a los humanos y a los animales sin suelos, ni nada para pastar. El viento que viene del Norte, Jepiralujutu, se mete dentro de un viento para desorientar a los pescadores. Este es el tipo de cosas que a las empresas no les importa ni se les ocurre preguntar. Para los wayuu los vientos no viven en un lugar, los vientos tienen caminos. 

A nosotros nos preocupa que las torres de los generadores afecten los caminos del viento. Los vientos para nosotros están ligados al contar de los sueños. Los vientos son femeninos y masculinos simultáneamente. Son una ambigüedad. El remolino, el huracán, son ejemplos de las  jerarquías y amistades y enemistades entre los vientos. Si yo entrevisto a un pastor, este no va a conocer sino un tipo de viento. El pescador conoce otros que los percibe al navegar y que afectan su vida. Por eso no todos los wayuu manejan la misma información sobre los vientos, depende de su ámbito de subsistencia. El hombre es quien da sentido a los lugares. Si yo modifico el paisaje, borro la inteligibilidad del territorio, le eliminó el sentido original.  Existe una cartografía invisible para el hombre blanco, pero de mucho significado para los wayuu. ¿Cuántos aerogeneradores ubicarán sobre lugares sagrados? Las empresas no los identifican, y por ahorrarse el dinero de los estudios sociales están a ciegas bajo la linterna de la codicia. Con esto quiero demostrar la complejidad del pensamiento wayuu y la torpeza al entrar al territorio que aviva conflictos preexistentes entre clanes o familias.

Las empresas de energías limpias han exacerbado, debido a malos procedimientos con las consultas previas, los conflictos territoriales de los wayuu.

A nosotros nos preocupa que las torres de los generadores afecten los caminos del viento. Los vientos para nosotros están ligados al contar de los sueños. Los vientos son femeninos y masculinos simultáneamente.  (Imagen tomada de Contexto)

Me gustaría que aclararas qué ha pasado en La Guajira con las regalías y por qué no se ve mejora en la calidad de vida a lo largo de estos años

Hay un libro de Adolfo Meisel que es Iluminador. Se llama El mito de las regalías redentoras. Allí se aclara que era tan grave el rezago de La Guajira en cuanto a sus indicadores económicos y sociales respecto al resto de la nación, que ni siquiera aún invirtiendo el 100 % de las regalías con total eficiencia y cero corrupción se alcanzaba a recuperar del rezago. Además, toda la falacia de que La Guajira es rica y recibe miles de millones, tampoco es cierta. Se olvida que  se hizo una reforma a las regalías y un ministro dijo una frase desafortunada: “Debemos  repartir la mermelada en toda la galleta”. Esto hacía alusión a que los departamentos productores, como La Guajira, Cesar, o Arauca, compartieran la riqueza con departamentos no productores. Lo que olvidó ese gobierno es que los impactos de estos proyectos no se pueden repartir en todos los departamentos. El impacto se da sólo donde se desarrolla el proyecto.

Cuando yo estuve en la Gobernación teníamos 350 mil millones para inversión a través de un organismo colegiado llamado OCAD que requería la aprobación de Planeación Nacional y los votos de los  representantes de gobernadores regionales y de los alcaldes. Los departamentos con baja eficiencia técnica en planeación tienen muchas dificultades para presentar esos proyectos. Terminan en iniciativas que no son siempre los que necesita la región. El proceso es difícil para que te aprueben un proyecto allá cuando tienes rezagos así. No le pasa eso al Atlántico ni a Antioquia, que tienen mayor eficiencia técnica. Cierto que cuando hubo la bonanza antes del gobierno Santos, que se tenía un billón para invertir, los líderes guajiros lo dilapidaron, se robaron una parte, pero sobre todo hubo una gran atomización en obras puntuales, no articuladas y sin relación con los indicadores sociales y económicos de la región. Estos proyectos tenían la única lógica de cubrir a los caciques locales y mantener la empresa electoral que los mantiene en el poder. No invirtieron en el agua, ni alcantarillado, ni en la niñez vulnerable. Tampoco se dedicaron a capacitar a su personal. Si por lo menos hubieran invertido en recurso humano, a largo plazo se habría reflejado en mejor toma de decisiones.

Al igual que otras minorías étnicas en Colombia, los wayuu anteponen su milenaria cultura como una forma de resistencia social.

Explícanos cuál es la causa de la desnutrición infantil en La Guajira que ha sido tan reportada por los medios. ¿Qué está pasando?

La malnutrición es un fenómeno multicausal. Los periodistas empezaron a decir que la corrupción era la causa de esto. No es así. La corrupción opera sobre los recursos destinados para combatir la malnutrición, igual que ocurre en ICBF y en el PAE. En este tema hay factores diferenciales, los wayuu ricos no se desnutren. Yo fui con una amiga reportera buscando niños desnutridos hasta la alta Guajira, y no los encontramos. Los encontramos en Uribia, Manaure y Riohacha. ¿Por qué? Porque no  depende de la distancia respecto a los centros de salud. Hay factores ambientales como cambios en el ciclo estacional. El hambre es estacional. En invierno nadie tiene hambre, hay más cosechas, más leche, el ganado está gordo y hay frutas de recolección. Cuando los veranos se prolongan más de la cuenta, a pesar de que los wayuu acumulan semillas y alimentos, se secan los jagüeyes. 

Por otro lado, Venezuela desde hace muchos años fue la fuente de abastecimiento de La Guajira. Durante la bonanza petrolera la zona de Maracaibo estuvo articulada a este territorio y Colombia nunca se preocupó por proveer a este territorio marginal. Al colapsar la economía venezolana, se unieron el tema ambiental, el político y además el modelo de intervención del ICBF es trasplantado al resto del país y no corresponde a la realidad local. Es un modelo que no va adaptado a la diversidad cultural en el territorio y además es asistencialista. A mí me preocupa que el modelo ni siquiera tenga en cuenta los patrones nutricionales autóctonos. Los wayuu han tenido cambios en su alimentación por los procesos de urbanización, han dejado de consumir el trupillo y todos sus derivados y han pasado a una dieta que depende del mercado. 

La carencia de fuentes de agua potable también los hace vulnerables. Valdría la pena hacer el mapa de la desnutrición: ¿De dónde viene este niño? ¿Cuál es su familia? ¿Qué presencia institucional hay? Pero esa labor no la hacen las instituciones. El estereotipo prima, es decir, se culpa al otro diciendo que los padres no alimentan a los niños. Mientras no haya un mapa de determinantes sociales sobre la desnutrición, no se pueden tomar medidas adecuadas. Manaure es donde más han muerto y a la vez es una ciudad conectada por carreteras, ¿por qué ahí? Un porcentaje del problema es la corrupción, pero falta más análisis multidimensional. El ICBF tiene entre su misión institucional generar conocimiento y caracterizar los distintos tipos de familias que existen en Colombia. ¿Por qué no lo hacen? ¿Dónde están los estudios sobre La Guajira? ¿Por qué siguen juzgando a los padres con el mismo criterio? Si el ICBF no entiende a la familia wayuu, ¿cómo pueden aplicar aquí sus políticas? Si supiéramos identificar el tipo de niños que mueren y se localizan, los recursos se aplicarían más eficientemente. 

Los promotores de salud, que antes eran indígenas, tenían información detallada y georeferenciada para poder actuar. Eso se eliminó con la reforma a la salud y era un apoyo clave en la adecuada atención en las regiones. Eran quienes más sabían de sus comunidades. Esto no lo hacen las EPS porque las grandes empresas solo operan en los centros urbanos. Los wayuu tienen especialistas cuidadores de niños, son los Jo´uupuú, ¿cómo no involucrarlos en esto y hacerlos parte de la solución?

En el fondo esto que sucede con la desnutrición es lo mismo que sucede con las empresas. Las dos hacen parte de la misma visión colonialista y homogeneizante que viene del pensamiento occidental y la quieren aplicar a los wayuu sin estudios culturales previos. 

*Artículo publicado por CONTEXTO en Marzo 9, 2023 y cedido por autora a El Vecindario

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Les contamos sobre la Asamblea de Copropietarios ULC 2023

Por: HBDC                                              Editora de El Vecindario*

El pasado jueves 30 de marzo se llevó a cabo la Asamblea de Copropietarios. Fue una reunión amigable, donde la Administración presentó su informe de gestión del año 2022, avalado previamente por la Junta Administradora y que fue bien recibido por la Asamblea.

Asistieron 108 copropietarios y hubo 90 representaciones avaladas.

El orden del día transcurrió sin tropiezos y sus puntos fueron aprobados por unanimidad sin votos negativos.

Copropietarios Morosos: la lista dada a conocer de copropietarios en mora es alarmante. La deuda total con la Urbanización a 31 de diciembre de 2022 es de más de  1.700 millones, lo cual implica que se dejen de hacer obras necesarias para el bienestar de Lomas de Caujaral y perjudica a los demás Copropietarios que tienen que asumir más costos.

Nueva Junta Administradora: se presentó una única plancha en la que hubo una renovación parcial, incluyendo a los Copropietarios que previamente habían manifestado su deseo de pertenecer a la Junta.

La nueva Junta Administradora quedó conformada así:

Carlos González / Enrique Jattin / Ma. Olga Flórez / Fernando Certain / Juan Amín / Jaime Ochoa / Antonio Castillo / Javier Gutiérrez / Carlos Zuluaga / Jaime Amín

Nuevos miembros:

Ana Lucía Torres / Adriana López / José Lucas Mesa / Luis Eduardo Castillo

Con el ingreso de Ana Lucía y de Adriana, se cuenta con tres mujeres, que conforman el 21.4 % de la Junta.

Esperamos que en el futuro, se sigan postulando más mujeres, que nos den una mayor representación.

El presupuesto fue aprobado, incluyó como novedad el  mantenimiento al anillo vial y un mantenimiento de vías. No se estableció ninguna cuota extraordinaria.

Propuestas: Entre las propuestas que se hicieron, cabe destacar la solicitud urgente del Comité de Convivencia de un Parque para la Urbanización, que obre como punto de encuentro y permita realizar actividades sociales y deportivas.

Esta propuesta halló eco en el Club que hizo público su ofrecimiento de dar en comodato a la Urbanización, un área de hasta 4.000 mts 2 para un parque en el espacio de la Urbanización Montana (Junto a Hípica). La Junta Administradora procedió a prometer la elaboración de los diseños respectivos, a fin de buscar empresas patrocinadoras que colaboren en su construcción.

Se le concedió a la Junta Administradora el poder para elaborar una reglamentación a la circulación de los carritos de golf en la Urbanización, tomando como modelo las existentes en otras Urbanizaciones cerradas.

Otra propuesta fue la de hacer una solicitud a la Triple A para verificar cómo la empresa va a servir el agua potable al nuevo complejo habitacional + House, de forma que aseguremos que nuestro servicio actual no se verá afectado.

Se preguntó a la Junta si había un programa previsto para limitar el número de babillas en Lomas de Caujaral, a lo que el presidente de la Junta respondió que había que protegerlas, que este era su hábitat histórico antes de nuestra llegada y que en general eran inofensivas. Que se iba a hacer una revisión con la entidad encargada, para un censo que determinara si su población es muy grande, en cuyo caso trasladar a algunos animales a otro hábitat.

Sobre la solicitud de algunos residentes sobre  la llamada “limpieza de lotes”, se aclaró que no se puede obligar a ningún propietario de lote sin proyecto de construcción a “limpiarlo”. Una cosa es la basura o escombros que deben retirarse de los lotes y otra es la poda de la mal llamada “maleza” o Bosque Seco Tropical, que es la vegetación de la zona Caribe, cuya campaña mundial es protegerlo**

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*El Vecindario es un periódico digital privado al servicio de Lomas de Caujaral, conformado por su Editora y miembros del Consejo de Redacción todos ellos residentes.

**N de la R: Ese BST se caracteriza por secarse en apariencia durante la estación seca (sobrevive gracias al agua que acumula) y reverdecer con las primeras lluvias, llenando de verdor nuestro entorno.

Además, el BST da cobijo a animales silvestres, que habitaban aquí antes de nosotros. Al “arrasarlo” y acabar con la capa vegetal, estos animales salen a otras áreas y  se produce la erosión y una gran concentración de polvo en suspensión, que hemos sufrido en la Urbanización con algunas “limpiezas” frecuentes de lotes.

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“La ridiculez de los políticos compite con nuestras caricaturas”: Vladdo

Por Cristina Said

Periodista, especialista en Desarrollo Organizacional y Procesos Humanos de la Universidad del Norte.

Una charla sobre creatividad y periodismo con el creador de Aleida.*

Tengo una cita con Vladimir Flórez, más conocido como Vladdo, uno de los caricaturistas más reconocidos de Colombia y cuya versátil carrera de casi cuatro décadas ha estado entrelazada con el periodismo de opinión, la escritura y el diseño.

Vladimir Flórez, Wladdo

Lo encuentro al mediodía en su apartamento, en el norte de Bogotá, escribiendo su más reciente columna para el periódico El Tiempo en una reluciente máquina de escribir Continental  que tiene casi un siglo. Vladdo nunca se imaginó volver a la vieja costumbre de la tinta y el papel, pero ahora con su celular hace una captura de su escrito mecanografiado que se convierte en un archivo digital. Lee en voz alta su texto pues dice que así verifica cualquier error. Abre su diccionario de sinónimos para consultar, le gusta sentir todavía el papel en sus manos y reconocer otras palabras en su búsqueda.  

Recorrer su apartamento es como entrar a una caja de curiosidades, todo aquí revela algo de este mordaz caricaturista, dibujante, escritor y creador de Aleida, uno de los personajes femeninos más agudos de la caricatura colombiana. En la entrada veo un muñeco de Supermán –regalo de su hija cuando era pequeña– con una nota que dice “Papi tú eres mi súper héroe”; cientos de libros, películas y ejemplares de su periódico Un pasquín; un cuadro del político conservador Álvaro Gómez, a quien admiró muchísimo, pintado por Héctor Osuna; su estudio de diseño lleno de lápices, música y arte. Hay incluso una pared simulando la estación de metro más representativa de Berlín, la famosa Mohrenstrasse. Sí, Vladdo tiene una atracción por Alemania, el país donde surgió la imprenta y cuna de las mejores marcas de instrumentos para dibujar.

Una cosa tengo clara y es que Vladdo no ha sucumbido a la marea de la corrección política. Los caricaturistas en Colombia trabajan con vigor desde el siglo XIX y tenemos suerte de tenerlos. Los siguientes son apartes de una larga conversación en la que queda claro que en ocasiones el mejor antídoto para la realidad es el humor.

Cristina Said: ¿La realidad supera hoy en día a la caricatura en nuestro país?

Vladdo: Sí, porque los políticos les hacen competencia desleal a los caricaturistas. Uno antes dibujaba las cosas más absurdas, pero eran eso, eran de alguna manera fabricaciones que hacían los caricaturistas. Ahora los políticos dicen unas cosas tan ridículas que parece que de verdad se propusieran ser más ridículos que todos los anteriores. Los políticos dicen cada vez cosas más espantosas, ligeras, escabrosas, absurdas. Nos han puesto a retroceder en vez de avanzar.

¿Cómo empezaste en el mundo de las caricaturas?

Yo tenía la costumbre en el colegio de empezar a dibujar de atrás hacia adelante de los cuadernos de las asignaturas, y pues los iba llenando de dibujos. A veces cuando se encontraban los apuntes de la materia con las caricaturas habían cuarenta hojas de caricaturas y diez hojas de notas, o peor todavía, porque en otras ocasiones lo que hacía era que les regalaba a mis compañeros los dibujos que hacía y terminaban mis cuadernos con  las hojas arrancadas.

Vladdo, humor gráfico no apto para descabezados.

Acerca de tu proceso creativo, ¿cómo pescas las ideas?

Por ejemplo, esta mañana en RCN entrevistamos a la exministra del Deporte, María Isabel Urrutia, y ella dijo: “Yo quería limpiar el Ministerio” y cuando ella dijo eso a mí se me ocurrió, claro, lo va a dejar limpio, lo va a dejar sin cinco. Entonces, de inmediato, hice una caricatura para ponerla en mis redes sociales. Si no es la coyuntura adecuada, pues la caricatura no tiene ningún impacto. Es un poquito como un endulzante de la amarga realidad que nos toca vivir.

¿Cómo ha sido tu experiencia en los medios colombianos en que has trabajado?

Cuando trabajo, bien sea dibujando, escribiendo o publicando, en realidad no trabajo para el medio sino para el lector. A mí no me interesa darle gusto al dueño del medio sino a los lectores, porque es para ellos para quienes uno trabaja.

No tiene sentido trabajar para el director o la directora de un medio. Los   lectores son la razón de nuestro trabajo y en ese aspecto soy, digamos, predecible. Entonces hay dos cosas que anotar. Una es, trabajo para los lectores, y la otra es que no trato de ser chistoso todo el tiempo, no me interesa ser chistoso, de hecho, si las caricaturas ponen a la gente a hablar, a pensar un poquito, si las hacen caer en cuenta de las cosas que viven las personas, con eso ya logro mi objetivo. Si surge una sonrisa, chévere, pero si no sale y la gente la ve y frunce el ceño, o me echa la madre, o me aplaude, ya logré el objetivo porque quiere decir que hubo una comunicación con el lector.

Yo he trabajado con El EspectadorEl SigloLa República, con Cromos, con la revista PortafolioSemana. Siempre, desde mis inicios, lo único que espero de un medio es que me permita tener libertad. Si me dicen que sí, pregunto cuánto me van a pagar, si me condicionan, ni me intereso por saber. Mi trabajo es conocido, denota cómo pienso porque en él he expuesto siempre mis puntos de vista, qué pienso del divorcio, del aborto, de la legalización de la droga, de los procesos de paz. La gente sabe qué posición tengo, entonces no me pueden invitar a trabajar diciéndome “es que no puedes hablar de tal tema”. Si hay condicionamiento no hay trato.

Vladdo en una fotografía de la Feria del Libro de Bogotá de 1994. Lo acompañan, entre otros, Quino, Fontanarrosa y Chócolo.

¿Te has arrepentido de algo después de publicado?

A veces me he arrepentido de publicar cosas que después digo “uy eso me quedó feo”. Digo, “lo hubiera podido hacer mejor”. En los años noventa, cuando a la Unión Patriótica le mataban tanta gente, mataron a Bernardo Jaramillo, que además de candidato presidencial era amigo mío. Fue una desafortunada coincidencia porque días atrás el entonces Ministro de Gobierno, que se llamaba Carlos Lemos Simmonds, dijo que Jaramillo era un candidato de la guerrilla, y pues en ese mundo tan caldeado eso era ponerle una lápida en la espalda a la persona. Entonces yo hice una caricatura dónde, de alguna manera, le puse una responsabilidad grande a Carlos Lemos en ese crimen. Obviamente él no era un señor ligado a grupos ilegales ni nada de esas cosas, de hecho era un señor bastante decente a pesar de que era un señor de derecha, pero era una derecha civilizada. Dentro de ese contexto hice una caricatura que después me pareció un poco fuerte. 

¿Por qué te fuiste de Semana?

Yo me he hecho un propósito y es que desde que me retiré de Semana prefiero no hablar de eso porque es como hablar de la ex. Uno no debe hablar de la ex. Después de que uno compartió tantos momentos lindos, felices, prefiero guardar silencio. Yo hablé cuando me retiré de la revista y después de esas entrevistas que di el día inmediatamente siguiente a mi retiro de la revista hace dos años y medio, dije que no volvía a decir nada en público sobre Semana, aparte de que es una revista donde pase unos años maravillosos, donde tuve una experiencia increíble, donde todo el tiempo fui libre de decir lo que pensaba.

Semana fue una revista en la que pasaba una cosa que no pasa en ningún otro medio, y es que yo hacía caricaturas del director de la revista, del dueño de la revista, de sus familias, y eso tú en El Heraldo no lo vas a ver nunca, ni en El Tiempo, ni en ninguna parte.

En El Espectador sí porque Ozuna, que ha sido un referente también para mi vida laboral y mi vida profesional, y de quién soy muy amigo, siempre ha sido muy independiente. Eso lo aprendí de él, que uno tiene que defender por encima de todo su independencia. Él hacía caricaturas que iban en contravía directamente del pensamiento del periódico. En Semana hice muchas caricaturas que tenían que ver con los López, los Santos, y nunca me hicieron un reproche, ni me reclamaron.

¿Qué opinas de que grandes empresarios compren medios tradicionales como SemanaEl País de Cali?

Ahí se dan dos cosas que son un poco contradictorias porque, por una parte, los medios necesitan sustento, ahí sí es cierto, necesitan medios de subsistencia, necesitan plata para estar a flote.

Pero falta ver qué orientación van a tener estos medios o qué papel van a jugar, ¿con qué intención los compran?

Lo deseable sería que los que adquieren éstos medios se dediquen a defender a la sociedad, que es el papel que en últimas deben cumplir, y no se dediquen a defender sus propios intereses porque ahí viene la tentación de usar el medio como un arma para defender lo suyo.

¿Se pierde la independencia cuando hay ese maridaje entre medios y poder? 

Yo suelo citar una frase de Joseph Pulitzer de comienzos del siglo XX, decía que para que un periódico sea de verdadero servicio al público debe tener una gran circulación: primero, porque sus noticias y sus comentarios deben llegar al mayor número posible de personas; segundo, porque circulación significa publicidad y publicidad significa dinero, y dinero significa independencia. 

La independencia es el único activo o el activo más importante que tiene un medio más allá de los edificios, más allá de los premios Pulitzer que se pueda ganar.

Las caricaturas de Vladdo mezclan un poderoso mensaje contrapoder con una fina pluma.

La independencia, el valor más preciado para un medio de calidad, y que esta se defienda día a día ante los poderes políticos, económicos y los propietarios…

Así es y eso, por ejemplo, lo sabía Felipe López, refundador de la revista Semana, un medio que cuestionaba el poder pero era tan poderoso a su vez que el poder de alguna manera le perdonaba, le permitía todo y todos los políticos importantes daban su vida por salir en la portada de Semana, o en los confidenciales. Era una época en que la prensa tenía una preponderancia que ha perdido a lo largo del tiempo, pero ese era el secreto de Felipe López, saber qué es la independencia, y eso es lo que no entienden muchos dueños de los medios. Casarse con un político, casarse con una ideología no es rentable a largo plazo, puede que en el corto plazo sí, pero a largo plazo la independencia es el único activo o el activo más importante que tiene un medio más allá de los edificios, más allá de los premios Pulitzer que se pueda ganar.

Vladdo, cuéntame de Aleida, ella nos descifra muchas veces. ¿Por qué sabe tanto Aleida sobre el amor y el desamor?

Yo creo que lo bueno de Aleida es que es muchas mujeres y a la vez no es ninguna mujer, es todas y no es ninguna, y eso hace que muchas mujeres se sientan identificadas con ese personaje que empezó como un proyecto mío, obviamente sacado de la cabeza, y que como suele ocurrir con estos personajes de ficción, van tomando su propio vuelo, van adquiriendo su propia personalidad para luego llegar a unos extremos que son muy simpáticos. 

Alguna vez, hace muchos años, me acuerdo que le cambie el peinado y me protestaron, “¡pero ese no es el peinado de Aleida!”. A ver, cómo así, si las mujeres todo el día se la pasan jugando con el pelo, se lo agarran, se lo sueltan, se lo tiñen, se lo alisan, se lo encrespan. Eso es chévere porque la gente se ha apropiado del personaje. Yo escucho mucho, a mí me afectan más las opiniones que me dan sobre Aleida que sobre el resto de mi trabajo, porque para mí Aleida es un ser vivo que se manifiesta cada ocho días en una viñeta.

Aleida, otra de las creaciones del humorista gráfico, te conoce a ti y a mí más que tu terapista.

Me afectan más las opiniones que me dan sobre Aleida que sobre el resto de mi trabajo, porque para mí Aleida es un ser vivo que se manifiesta cada ocho días en una viñeta.

¿Es Aleida un Alter Ego?

Alter Ella.

¿Un Alter Ella?

Pienso que en buena parte, sí. Aleida me permite a mí una cosa que se supone que no debería ocurrir, y es que deja que salga la parte femenina que todos los hombres tenemos y que por prejuicios y por tonterías no nos dejan sacar tradicionalmente a los hombres. Los hombres no lloran, eso es para las niñas, los hombres no pueden ser tiernos, los hombres no pueden ser cursis, ¿no? Y una cantidad de cosas que a veces digo, no, ¿por qué putas no? Yo soy un hombre que llora, yo soy un hombre tierno, yo soy un hombre romántico. No, porque los hombres así estén muertos por decir algo bonito no lo dicen porque se ven débiles o porque lucen no sé cómo… a mí eso me importa un carajo.

Pues eso viene desde lo que viví en mi adolescencia y luego en mi temprana edad adulta en la familia. Éramos cinco, tres mujeres y dos hombres. La mayoría eran mujeres. Por ejemplo, cuando mi hermana iba a hablar y nosotros la interrumpíamos, una de mis tías decía “deje hablar a la niña”, y la niña era mayor que nosotros. Luego en el colegio éramos seis hombres y dieciséis mujeres en el salón, y yo no jugaba nada, no practicaba ningún deporte, era malo para jugar fútbol y esas vainas, entonces en los recreos o en los ratos libres andaba con las compañeras. Ahí aprendí, por ejemplo, que 34B no es una dirección.

Entonces hablábamos de hombres y hablábamos de regalos y hablábamos de cosas de mujeres. Yo era una más, lo cuál era agradecido porque además así yo les podía echar los perros a veces, pero entonces me decían: “No jodas, tú y yo somos amigas” (risas). Yo era como el confidente, el confidente gay que tienen muchas mujeres. Entonces yo, sin saberlo, estaba haciendo investigación de un personaje que en esa época obviamente no existía. 

Yo siempre he dicho que la vida de Aleida es como un tango, de hecho creo que la música de fondo de Aleida es un tango porque en los tangos los intérpretes siempre le están cantando al amor, sin embargo siempre son traicionados, abandonados, se les muere la pareja, la madre… sin embargo ellos siempre siguen cantándole al amor. De alguna manera esa es la vida de Aleida, siempre está buscando el amor aunque tenga muchas decepciones, como en un tango. 

Aleida representa el abandono, el desamor, la soledad, la ilusión y los sueños, se burla de sí misma, es moderna y no se deja pisotear. ¿Por qué Aleida siempre está buscando el amor y nunca lo encuentra? Gabo decía que solo le faltaba un poco de amor para ser perfecta. 

*Esta entrevista fue publicada en Contexto en marzo 23 del 2023 y cedida a El Vecindario por su autora.

Nota de la Editora: todas las imágenes fueron tomadas de Contexto

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Una Aproximación a la Reforma Laboral

Por Rafael Carbonell Blanco – Abogado

La última gran reforma a nuestro Código Sustantivo del Trabajo data de hace más de 30 años, con la expedición de la Ley 50 del 90. La pretendida reforma del actual Gobierno presentada en días pasados incluye 76 artículos que modifican parte importante de un sinnúmero de disposiciones del Régimen Laboral Colombiano. Su articulado y la exposición de motivos, suman más de 160 páginas, por lo cual, solo voy a referirme a algunos aspectos que me parecen relevantes y responder interrogantes y expectativas que surgen en torno a la misma, en lo que tiene que ver con los derechos individuales de los trabajadores, pero absteniéndome de abordar lo relativo a los derechos colectivos, como lo es el fortalecimiento de las organizaciones sindicales y la negociación colectiva y la ampliación de la huelga a los servicios públicos esenciales, por razones de espacio

Qué se propone el Gobierno con la Reforma

Principalmente dos aspectos que se resaltan en el articulado y en la exposición de motivos:

Por un lado, se busca generar mejores condiciones de trabajo para los trabajadores colombianos, superando la precarización en el empleo y la flexibilización laboral y, por ende, crear empleo digno y decente, como se señala en la presentación del proyecto de Ley. Por otro lado, incrementar la formalización laboral, es decir, incorporar al mercado de trabajo, a la gran mayoría de los trabajadores informales, que hoy se calcula en más del 58% de la fuerza de trabajo en Colombia.

En cuanto a lo primero, el objetivo se busca consagrando algunas normas tales como la estabilidad laboral reforzada (aplicable a los trabajadores con alguna discapacidad, trabajadoras en estado de embarazo, pre-pensionados e incremento sustancial en los montos de las indemnizaciones por terminación unilateral de los contratos); limitación del tiempo y prórroga de los contratos a término fijo y contratos con empresas de servicios temporales; ampliación de tales disposiciones a los trabajadores oficiales; restricción de la contratación de servicios en actividades misionales de las empresas contratantes (la llamada tercerización); anticipación de la entrada de la vigencia de la ley, en la reducción de la jornada de trabajo de las 42 horas semanales, los recargos al trabajo nocturno y trabajo dominical y festivo; y por último, aplicación de normas de políticas de inclusión de equidad y reducción de brechas.

En cuanto a lo segundo, se pretende una mayor formalización en el empleo, con las modificaciones al contrato de aprendizaje (pago de todas las prestaciones e incluso, beneficios convencionales); formalización de las actividades de reparto en plataformas digitales o entregas a domicilio (como el caso Rappi); creación del contrato agropecuario y del pago de un jornal (llámese salario diario integral); regulación de trabajadores migrantes, facilitando su inclusión en el trabajo; por último, y un tanto exótico, la mal llamada formalización del trabajo doméstico y su registro ante el Ministerio de Trabajo.

Ahora bien, la reforma laboral aumenta claramente los beneficios de los ocupados formales, es decir, a los hoy trabajadores con contrato de trabajo, los cuales representan una minoría del total de la fuerza laboral, haciendo que se eleven los costes a las empresas sin importar su tamaño, sean grandes o microempresas. Es claro que el mercado laboral colombiano se caracteriza por un bajo nivel de ingresos y una alta informalidad. Esto se refleja en la concentración del empleo en microempresas y trabajadores por cuenta propia.

Los sectores más expuestos a un aumento en el costo del empleo formal son el comercio y las actividades profesionales, científicas y técnicas (por ser intensivas en mano de obra) y los servicios de salud, entre otros, según estudio presentado por Coltefinanciera, en donde se concluye, que con ocasión del incremento de los costos laborales, los 3,4 millones de desempleados actuales y los 13,2 millones de ocupados informales, tendrían más dificultades para mejorar sus condiciones laborales (1).

En cuanto a la pregunta, ¿si la reforma laboral contribuye a la formalización laboral de manera decidida e innovadora? En mi parecer la respuesta es no, ya que a mi juicio se está perdiendo una valiosa oportunidad para resolver los verdaderos desafíos de los nuevos modelos de trabajo que hoy se apalancan a través de las diversas plataformas digitales y no limitarse como lo pretende la reforma, en acabar con el negocio de los rapitenderos, el cual es sólo una pequeña manifestación del desbordamiento de esa nueva realidad.

Tampoco creo que el Gobierno dándose golpes de pecho, trate de formalizar el contrato doméstico, el cual, sin lugar a duda, es un contrato de trabajo regulado con todas las de la ley que no necesita ninguna nueva regulación, sino simplemente aplicar la ley vigente. Así mismo, pretender con la falsa premisa que, “mejorando las condiciones de trabajo con mejores empleos, implicarán una mayor demanda de bienes y servicios, por tanto, las empresas aumentarán la producción en el sector real de la economía, demandando más mano de obra y consecuentemente, aumento en el empleo y el crecimiento económico” (2); por sí solo, resulta bastante discutible como teoría económica y de mejora de la productividad. Lo que sí es cierto, es que los progresos en la calidad del empleo y en la demanda de nuevos trabajadores, se ha dado en épocas de incrementos del producto interno bruto y crecimiento del país (3).

Por último, si bien hay algunos aspectos positivos en el proyecto de ley, tales como, la regulación migratoria, el jornal integral en el sector agropecuario que podría ser aplicado en otros sectores de las relaciones de trabajo, es también evidente que esperábamos del proyecto, la inclusión de normas innovadoras que ayudaran a resolver los desafíos del trabajo del siglo XXI, donde la formación y la capacitación de los trabajadores y trabajadoras estuvieran en el centro de la discusión y en primer orden. Por lo anterior, las críticas a la reforma no han sido pocas en diversos sectores de opinión, lo cual hace prever que el camino que le resta en el Congreso no va a hacer cosa fácil.

Nota (1): Corficolombiana – Informe Semanal. Aumento en los costes del empleo formal. 21 de marzo de 2023.

Nota (2): Exposición de Motivos, Proyecto Reforma Laboral, página 117.

Nota (3): Idem nota (1)

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¿Los asistentes de Inteligencia Artificial (IA), como el chat GTP nos están superando a los humanos? – Juzgue usted mismo.

La IA está cambiando el mundo. Foto tomada de Google

El Chat GPT, un asistente de IA, está de moda y se ha vuelto “tendencia”

Para algunos personas, como el caso del secretario de Comercio de USA, este Chat GTP se considera el mayor invento de la humanidad, después de la imprenta y la energía eléctrica.*

Muchas voces importantes se han alzado en el mundo para pedir una moratoria que permita regular ética y jurídicamente este chat GPT. El mundo está a la expectativa de sus alcances y de sus ventajas y también de sus peligros. Italia prohibió su uso y otros países están a punto de hacer lo mismo, pero esta tecnología al parecer no la detiene nadie ni nada.

El Vecindario quiso poner a prueba esta aplicación y le pidió que nos escribiera algo sobre la Inteligencia Artificial con algunos parámetros y en máximo 600 palabras: en unos segundos, esta fue su respuesta.**

“La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática que se enfoca en el desarrollo de sistemas y algoritmos que puedan realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana. Estas tareas pueden variar desde la creación de sistemas inteligentes que pueden realizar tareas que normalmente requerirían la intervención humana.

La IA se basa en la idea de que una máquina puede aprender y tomar decisiones como lo hace un ser humano, y puede hacerlo de manera más rápida y eficiente que un ser humano.

A lo largo de los años, la IA ha avanzado significativamente, y ahora se utiliza en una amplia variedad de campos, incluyendo la medicina, la manufactura y la banca. Uno de los mayores beneficios de la IA es su capacidad para procesar grandes cantidades de datos en un corto período de tiempo. Esto ha llevado a avances en la toma de decisiones y a la predicción de resultados en una variedad de campos.

La IA se basa en algoritmos de aprendizaje automático, que permiten a las máquinas aprender de los datos y mejorar su desempeño a medida que se les proporciona más información. Estos algoritmos se dividen en dos categorías principales: aprendizaje supervisado y no supervisado.

En el aprendizaje supervisado, se entrena a la máquina con un conjunto de datos etiquetados, lo que significa que cada punto de datos se asocia con una etiqueta o resultado conocido. La máquina utiliza estos datos para aprender a predecir resultados similares para nuevos datos. El aprendizaje no supervisado, por otro lado, implica enseñar a la máquina a identificar patrones y relaciones en un conjunto de datos sin etiquetar.

La IA también se divide en dos categorías principales: IA estrecha y general. La IA estrecha se enfoca en tareas específicas y limitadas, como la detección de fraudes en transacciones financieras o el reconocimiento de rostros en fotos. En contraste, la IA general se refiere a sistemas que pueden realizar una amplia variedad de tareas similares a las que realiza la inteligencia humana.

Aunque la IA ofrece muchos beneficios, también existen preocupaciones sobre su impacto en la sociedad. Por ejemplo, hay temores de que la IA pueda desplazar trabajos que actualmente realizan los humanos y llevar a una mayor desigualdad económica. Además, hay preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos, ya que la IA se basa en el acceso a grandes cantidades de información.

Recibido por WhatsApp

Otra preocupación importante es la falta de transparencia en la toma de decisiones de la IA. A menudo, los algoritmos de aprendizaje automático son cajas negras, lo que significa que no está claro cómo se llegó a una determinada decisión o predicción. Esto puede ser especialmente preocupante en campos como la medicina, donde las decisiones basadas en la IA pueden tener consecuencias significativas para la salud de los pacientes.

Para abordar estas preocupaciones, se están desarrollando nuevas técnicas para hacer que la IA sea más transparente y ética. Por ejemplo, algunos investigadores están trabajando en el desarrollo de técnicas de explicación de IA, que permitirían a los usuarios comprender cómo se llegó a una determinada decisión o predicción.

También se están desarrollando marcos éticos para la IA, que establecen pautas para el uso responsable de la tecnología.”

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* Andrés Oppenheimer Chat GPT en «Oppenheimer Presenta» en Youtube

**Nota de Edición: este escrito no requirió ningún tipo de corrección.El destacado de los párrafos es obra de nuestra Editora.

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¿Por qué Colombia es el país que más madruga del mundo?

Un informe de la OCDE señala que el país se despierta a las 6.31 de la mañana, pero es el menos productivo.

El Vecindario les trae apartes de este interesante artículo sobre nuestra cultura del sueño, del estudio y del trabajo, publicado en el periódico español El País.

Por: Inés Santaeulalia*

“Antes de nada, una advertencia. Este artículo no le va a dar una única respuesta a la pregunta que se hacen todos los colombianos: “¿por qué madrugamos tanto?”. No hay una razón, sino varias, y ninguna es definitiva. Costumbre, religión y localización geográfica serían algunas de las claves de por qué el despertador suena todos los días a las cinco de la mañana en casa de Yurlenis Moya. De por qué ella y su hijo de cinco años se suben a la bicicleta y pedalean en una ciudad aún a oscuras para llegar a las 6.15 al colegio. De por qué no volverán a verse hasta 13 horas después, cuando ella sale del trabajo y puede ir a recogerlo a casa de la abuela. Una rutina que no sorprenderá a ningún lector en Colombia, pero que en la mayoría de países resulta inconcebible.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) asegura que Colombia es el país más madrugador del mundo. En promedio, los colombianos abren los ojos a las 6.31 de la mañana. Por comparar, en Estados Unidos sería a las 7.20, en China a las 7.42 y en España a las 8.05. ¿Honor o castigo? Para muchos colombianos madrugar es sinónimo de disciplina, de compromiso, de esfuerzo y de trabajo. Pero el informe contradice esa versión.

Colombia es, además, el país menos productivo del mundo a pesar de esos despertares y de contar con la jornada laboral más larga (48 horas semanales, igual que México). El Gobierno de Gustavo Petro busca reducirla hasta las 42 horas con la reforma laboral presentada esta semana, pero este es otro tema….”

Tomado de La Vanguardia

…”Colombia es un país cruzado por la línea ecuatorial. Ni hay estaciones ni hay cambios de horario. A lo largo de todo el año amanece alrededor de las seis de la mañana y anochece sobre las seis de la tarde (de la noche, dirían en el país). “Los colombianos sufren de una fase adelantada del sueño, se acuestan con las gallinas y se despiertan con el gallo”, dice el doctor Steve Amado, presidente de la Asociación Colombiana De Medicina Del Sueño (ACMES). Para los adultos, explica, esto puede no tener consecuencias si se consolida un horario y se duermen las horas suficientes, cosa que no siempre es posible, pero sí puede traer problemas para los niños”…

…“La Asociación Colombiana De Medicina Del Sueño va a firmar un acuerdo con la ONG Start School Later, un movimiento que nació en EE UU, para empezar una campaña y concienciar al país sobre la necesidad de llegar a nuevos acuerdos en los horarios en beneficio de los niños”…

Tomado de Freepik

* Jefa de la oficina de EL PAÍS para Colombia, Venezuela y la región andina. Comenzó su carrera en el periódico en el año 2011 en México, desde donde formó parte del equipo que fundó EL PAIS América. En Madrid ha trabajado para las secciones de Nacional, Internacional y como portadista de la web.

Leer el artículo completo:

https://elpais.com/america-colombia/2023-03-26/por-que-colombia-es-el-pais-que-mas-madruga-del-mundo.html

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